No hay labor más importante, difícil y exigente que la
supervisión del trabajo ajeno. Una buena supervisión reclama más conocimientos,
habilidad, sentido común y previsión que casi cualquier otra clase de trabajo.
El éxito del supervisor en el desempeño de sus deberes determina el éxito o el
fracaso de los programas y objetivos del departamento.
El individuo sólo puede llegar a ser buen supervisor a.
través de una gran dedicación a tan difícil trabajo y de una experiencia
ilustrativa y satisfactoria adquirida por medio de programas formales de
adiestramiento y de la práctica informal del trabajo.
Cuando el supervisor funciona como es debido, su papel puede
resumirse o generalizarse en dos categorías o clases de responsabilidades
extremadamente amplias que, en su función real, son simplemente facetas
diferentes de una misma actividad; no puede ejercer una sin la otra. Estas
facetas son seguir los principios de la supervisión y aplicar los métodos o
técnicas de la supervisión. Ambas tienen que contribuir a que se logren los
objetivos de la organización.
Leer más: http://www.monografias.com/trabajos17/supervision/supervision.shtml#ixzz3CTipUugE
No hay comentarios:
Publicar un comentario